¿De dónde viene la palabra "Droguería"?

 


El término droguería tiene sus raíces en el francés "droguerie", que a su vez deriva de "drogue", palabra empleada en la Edad Media para referirse a sustancias secas utilizadas con fines medicinales, como hierbas, especias o compuestos químicos. Este vocablo probablemente proviene del neerlandés "droog", que significa "seco", aludiendo al estado en el que se almacenaban muchas de estas sustancias.

Droguerías y su evolución histórica
En sus orígenes, las droguerías no solo eran puntos de venta de medicamentos, sino también de productos químicos, pigmentos, perfumes e insumos para diversas industrias. Durante los siglos XVIII y XIX, estos establecimientos comenzaron a especializarse en la dispensación de medicamentos y productos relacionados con la salud, convirtiéndose en lugares esenciales para el tratamiento de enfermedades y el acceso a compuestos farmacéuticos.

La Botica y Droguería Lozada: un ejemplo en Arequipa
En el contexto peruano, las boticas y droguerías desempeñaron un papel crucial en el desarrollo de la farmacia. Un caso representativo es la Botica y Droguería Lozada, fundada por Eduardo Lozada B. en la ciudad de Arequipa. Este establecimiento ofrecía un surtido completo de productos que abarcaban desde medicamentos especializados, como Albucid tabletas y Timofisina en ampollas, hasta productos químicos como Mercurocromo y sulfato de quinina.

Droguista – Importador - Fabricante
Eduardo Lozada Benavente nació el 13 de octubre de 1891, en Arequipa. Se diplomó de farmacéutico en febrero de 1911. Antes de ello, en 1910, fundó la Botica Lozada, ubicada en la esquina de las calles Ejercicios y Portal de la Municipalidad, en Arequipa, donde permaneció durante tres años.
En 1913, inauguró un segundo establecimiento en la esquina de General Morón y Santo Domingo, convirtiendo la primera botica en una sucursal de la segunda. Además, fue propietario del Laboratorio Americano, establecido en 1928 en la calle Recoleta N.° 138, donde se producían comprimidos mercuriales, soluciones inyectables, jabones de tocador y diversas especialidades farmacéuticas.
El anuncio que presentamos resalta la versatilidad de la farmacia tradicional, en la que el farmacéutico no solo dispensaba medicamentos, sino que también los elaboraba y, en algunos casos, los importaba.

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