Antolín Bedoya Villacorta


En el vasto universo de las ciencias farmacéuticas, resplandece Antolín Bedoya Villacorta, como una figura estelar que ilumina nuestra senda profesional.

Mediante estas breves líneas, anhelamos exaltar la grandeza de este insigne personaje que, con empeño y dedicación, y un compromiso inquebrantable, consagró su existencia a la exploración de auténticos tesoros ocultos en las montañas de libros y documentos que narran la historia de la farmacia peruana. Con sus manos, sacó a la luz verdaderas joyas históricas, rescatándolas de las garras del olvido.

Por un lapso de 35 años, lideró el Archivo Histórico de la Beneficencia Pública de Lima y, posteriormente, el del Ministerio de Hacienda y Comercio. Esta posición le brindó la oportunidad de adentrarse en investigaciones exhaustivas en fuentes originales, desvelando los secretos de la vida y los acontecimientos que marcaron el Incanato, el Virreinato y la República.


Fue el artífice de la creación de la Sociedad Peruana de Historia de la Farmacia, un tesoro invaluable para el estudio y la difusión de la historia farmacéutica en la nación. Aunque la Sociedad hoy duerme en el rincón del pasado, el legado de Bedoya como su precursor perdura como un recuerdo de la trascendencia de la historia farmacéutica en el Perú.

Antolín Bedoya V. ha dejado una huella imborrable en numerosas instituciones consagradas a las humanidades. A nivel internacional, destacan su membresía en prestigiosas entidades como el Comité Cultural Argentino, la Academia Nacional de Farmacia en Brasil, la Sociedad Española de Historia de la Farmacia, la Academia de Farmacia de Cuba, la Academia Internacional de Historia de la Farmacia en Estados Unidos y la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina, entre otras. A nivel nacional, fuera del ámbito farmacéutico, su presencia fue sentida en instituciones clave como el Instituto Sanmartiniano del Perú (donde fungió como miembro activo bibliotecario), la Sociedad Peruana de Historia de la Medicina (como miembro activo), la Sociedad Numismática del Perú (como socio fundador), el Instituto Libertador Ramón Castilla (como miembro fundador), la Sociedad Geográfica de Lima (como socio activo) y muchas más.


A lo largo de su carrera, Antolín Bedoya recibió numerosos reconocimientos por sus destacados logros en diversos campos, tanto a nivel nacional como internacional. Como jefe del Archivo Histórico del Ministerio de Hacienda y Comercio de Perú, participó en la Primera Reunión Interamericana sobre Archivos en Washington, Estados Unidos, en 1961, donde se promovió el conocimiento profesional de archiveros. Bedoya dejó una marca perdurable en la farmacia peruana gracias a su pasión por la historiografía farmacéutica y su liderazgo visionario.






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